La Joyería Cordobesa
LA JOYERÍA CORDOBESA

Desde los tiempos del califato hasta nuestros días, Córdoba ha ido creando
todo un mundo joyero.
Ya en los siglos X y XI se elaboraban piezas usando la técnica de la filigrana. Básicamente, la filigrana consiste en el trenzado y aplastado por dos caras de varios hilos de plata (aunque también de oro o incluso de cobre).
La tradición cordobesa es la filigrana trenzada con 3 hilos, aunque a veces este número puede llegar hasta 6.
Y la plata es su metal por excelencia: no en vano los orfebres cordobeses son llamados “plateros”.
En diversos hallazgos de la época andalusí (como el Tesoro de la Amarguilla, de Baena) se encontraron piezas de plata, oro, coral rosa, perlas irregulares (llamadas aljófares), cuarzo, cristal de roca y pasta de cristal: ajorcas para muñecas, brazos y tobillos; arracadas como pendientes, anillos, cuentas para el rezo… Es importantes señalar la ornamentación geométrica típicamente árabe, con su elegante lacería.
Córdoba se ha dotado de un excelente Parque Joyero, considerado como el recinto industrial joyero más grande de Europa.
Luxërnaga no puede ser ajena a la tradición joyera cordobesa.
La geometría sobre todo la árabe, judía, y su conexión con lo espiritual son motivo de inspiración para algunas de nuestras piezas.
